Dormir con luz vs Dormir sin luz

Debemos saber que los bebés se acostumbran a todo lo que les enseñamos. Es decir, si les enseñamos desde bien pequeños a dormir con una luz encendida, acabarán acostumbrándose a dicha rutina. Algunos padres presuponen que los niños tienen miedo a la oscuridad desde que nacen y por eso les dejan una luz encendida todas las noches. Esto es un hábito innecesario y poco aconsejable según pediatras y expertos.

Es recomendable que los bebés duerman en lugares tranquilos y oscuros, sin nada de luz desde el principio. Si el pequeño se habitúa a ver una luz cada vez que se despierta…y si alguna vez esto no es así, reaccionará llorando y llamando a sus papás. También aconsejamos desde vigilabebes.es mantener oscura la habitación de nuestro hijo cada vez que entremos para alimentarle o darle agua (con encender la luz del pasillo para orientarnos debería ser suficiente).

Con la oscuridad, el organismo segrega melatonina, una hormona que ayuda a regular el ritmo de vigilia y sueño. Cuanto mayor es la luminosidad en el cuarto, menor es la producción de melatonina y mayor la posibilidad de que le pequeño tenga problemas de sueño y, consecuentemente, de visión y otros.

¿Qué pueden hacer los padres para acostumbrar a su hijo a dormir de forma adecuada?

  • Educar al bebé a dormir a oscuras y en silencio durante la noche. A la hora de la siesta no hace falta ser tan estrictos (pueden dormir con luz natural y con los sonidos habituales de la casa) para que los bebés sepan diferenciar el día y la noche.

  • Si nuestro hijo está habituado a dormir con luz hay que reeducar sus hábitos de sueño durante la noche, excepto en casos de niños con miedos patológicos a diversas situaciones. El padre y la madre deben ponerse de acuerdo en la estrategia a seguir y, por supuesto, ser firmes al llevarla a la práctica. En el caso de que la luz con la que duerme sea fuerte, se puede ir disminuyendo la intensidad, poco a poco, hasta dejar un piloto pequeño que apenas ilumine.

  • Es importante comunicarnos con los pequeños y explicarles que no se preocupen y que no tengan miedo, que se debe dormir con la luz apagada. Es importante reforzar a los pequeños conforme vayan avanzando. Al igual que tener paciencia y ser compresivos en los primeros días, ya que necesitan recuperar su seguridad